martes, abril 22, 2008

MAHAPRALAYA!

A veces le apetece a uno contar batallas. El caso es que hace unos años me fui a la India tres semanitas a escribir un reportaje. Públiqué diligentemente unas crónicas paralelas (y para lelos) en la extinta White Smurf, pero a mis bizarras aventuras les faltó el cierre, el regreso, la aventura definitiva, escrita pero no revelada: como escapar de la India sin una rupia en el bolsillo. Aquí está el documento perdido, la Quinta Parte, que por supuesto puede leerse de forma independiente. Y el resto, pues ya lo recuperaré en flashback un día de estos.

Ciento veinte millones de personas en la India sobreviven con menos de un euro al día. Yo estaba a punto de tomar un cursillo acelerado de “ser pobre en el Tercer Mundo”.

Mahapralaya... algo así como el fin del mundo tal y como lo entienden los hindúes (que no los indios). Una especie de absorción universal, de Mal Rollo Cósmico Supremo: llantos, despedidas, alineamientos planetarios, universos que se pliegan sobre sí mismos, empacho sideral que termina en eructo de renacimiento. O cuando el cajero escupe burlón tu tarjeta con una mueca despectiva, y miras en los bolsillos y no hay más que unas pocas monedas. . Segunda vez en una semana que no hay dinero para pagar la cuenta del hotel de cinco estrellas, ahora en Bombay. Al ladito de Pierce "James Bond" Brosnan, que andaba por ahí promocionando algo ("For relaxing times make it Santori time")


Tarjetas de crédito que no funcionaban y sin dinero ni para ir al aeropuerto, a 12 horas del vuelo. En el cajero (más limpios que muchos hoteles y donde siempre hay un guardia) se me quedó la misma cara de bobo que a Harrison Ford cuando desaparece su mujer en Frenético. Nada, que el cacharro no quería escupir una rupia y mi estómago rugiendo como un león de la sabana sin cebras a la vista.

Ya en el Taj President (o era otro?) me preparé para venderle la moto al mánager y conseguir un aval de quien me había enviado allí . Una gota de rocío salpicó mi espera: la recepcionista me preguntó si era irlandés. “No”, respondí, “pero he vivido un par de años por allí. ¿Cómo has reconocido el acento?” “Oh, he visto el Señor de los Anillos”. Gracias guapa, salada, princesa, te queda fantástico el sari. Supongo que mi acento se parece al de Pippin y Merry, los hobbits gamberros (que por cierto son ingleses, pero bueno). Unas horas de papeleo y salvo mi culo de fregar platos durante tres años encadenado al fregadero y dormir en la barca destartalada que había frente al hotel. Pero todavía hay que llegar al aeropuerto. Gratis. O casi. Así que no me quedo más remedio que lanzarme a negociar en las aceras con mi piquito de oro.

--------
“Eres un extranjero y estás en problemas. Así que es mi deber ayudarte. Y tú escribiras sobre mí”. El segundo taxista accedió a llevarme al aeropuerto por todo lo que me quedaba (ni dos euros). Era un chaval de unos 24 años, musulmán, un tanto hiperactivo. Mé tiré un poco el rollo aventurero, que si soy periodista, estoy escribiendo sobre la India y tal. Los indios están muy orgullosos de su país. “Todo es posible en India”. Como me contaba alguien, “tú pidele a un indio que te consiga cualquier droga y cuando te diga que no, que no es posible, le sueltas un But everything is possible in India! Y ya verás lo que tarda en venirte con la sustancia en cuestión”. El caso es que el hombre bien se apiadó de mí o no quería que su país quedara mal.

Durante el trayecto procedió a deleitarme con una serie de canciones en hindi que había compuesto el mismo, en ocasiones llevándose la mano a la garganta para hacer ruidos raros. Previamente había rechazado las súplicas de su mejor amigo para montarse con nosotros en el taxi. El fulano medía y pesaba el doble que yo, así que no me pareció una idea prudente en mi situación. Y luego me soltó un discurso sobre el acercamiento de los pueblos y de las religiones y tal. Una hora después, nos acercábamos al aeropuerto y me dice que mejor me deja cerca, que como no llevaba el uniforme de taxista (¿?) la policía le iba a parar y a quedarse con parte del dinero (India es la mayor democracia del mundo y una de las más corruptas también). Yo le dije que si había que hablar con la policía ya me las arreglaba yo. También me contaba sus historias para conseguir un visado para el extranjero, que era muy chungo, y que a ver si iba a escribir sobre él. Me sentía como en una comedia de Ben Stiller. Llamadlo desconfianza del occidental.

--------------------
Una vez en el aeropuerto, planeaba sobre mí la sombra de una duda: había oído que existía un impuesto de 500 rupias para abandonar el país. Me presté para negociar con mi reloj. Por suerte (por Tutatis!) estaba incluido en el billete. Así que me aposente para las tres horitas de espera en una especie de tumbona, me descalcé y puse una peli en el portatil.

El vuelo resultó un poco incómodo porque junto a mí había un primo de Gordo Cabrón a quien hube de explicar a codazos que reposabrazos no es sinónimo de sofá y que compartir es amor. Mi otro compañero intentaba darme conversación, a la que respondi educada y escuetamente antes de sumergirme, victorioso, en la inopia transcontinental...

miércoles, abril 09, 2008

¿APARECE WAR MACHINE EN IRON MAN?

Avisados quedáis, el Spoiler está en las líneas siguientes, seleccionadlas con el cursor para hacerlo visible.

Momentos antes de la batalla final entre Iron Man e Ironmonger, cuando Stark se larga volando, Rhodes ve un prototipo de armadura, plateado, junto a él. La mira, y dice: "Nah, next time, baby"

RESEÑA: IRON MAN

IRON MAN (EE.UU., 2008)
Director: Jon Favreau
Intérpretes: Robert Downey Jr. (Tony Stark), Terrence Howard (James Rhodes), Gwyneth Paltrow (Pepper Potts), Jeff Bridges (Obadiah Stane)
Valoración: 8/10

Expectación. Casi 300 periodistas hacen cola para acceder a la primera proyección mundial de Iron Man exclusiva para prensa en Ciudad de México. Entre ellos, yo. El equipo de seguridad revisa a conciencia que no se introduzcan teléfonos móviles con cámara en la sala. Tras casi una hora de espera, se apagan las luces. ¡Empieza la guerra de las armaduras!

LA TRAMA
Tony Stark, cabeza de Stark Enterprises, es el hombre de moda. Aparece en las portadas de Time, Rolling Stone y un sinfín de revistas más. Sus éxitos de cama son leyenda. Es un genio de la técnica que fabrica y vende las armas más avanzadas como si fueran simples juguetes. A su lado, Obadiah Stane, gran amigo de su padre y mano derecha, tutela su avance. Hoy, la venta de armas es en Afghanistán. Pero una emboscada de la guerrilla acaba con Stark capturado y malherido. Forzado a construir un supermisil, Stark diseñará en su lugar una armadura de combate que le permita escapar de su cautiverio.

REPARTO
TONY STARK (Robert Downey Jr.)
(Soldado) "¿De verdad se acostó con todas las chicas del calendario Maxim?" (Stark) "Nunca vi a Miss Marzo, pero en Diciembre eran gemelas, supongo que con eso hacen 12"

PEPPER POTTS (Gwyneth Paltrow)
(Pepper) "Sin mí no podrías ni atarte los cordones de los zapatos" (Stark) "Podría sobrevivir una semana" (Pepper)"¿De verdad? ¿Cuál es tú número de la Seguridad Social? (Stark, titubeante) "..................el cinco"


JAMES RHODES (Terrence Howard)
(Rhodes) "¿Seguro que no tienes algun tipo de tecnología por aquí?" (Stark, volando en su armadura ante dos cazas) "Ehhh... no" (Rhodes) "Ok, porque le vamos a meter un misil que lo vamos a mandar al otro barrio"


OBADIAH STANE (Jeff Bridges)
(Stane)"¡Levanté esta empresa de la nada, y nada se interpondrá en mi camino!"
(Stane) "¡Tony Stark construyó su armadura en una cueva! ¡Y con una pila de chatarra!"

LA CRÍTICA
Prepáraos ver muchas armaduras de cartón de Iron Man los próximos Carnavales. Esta es quizá la mejor película de un superhéroe Marvel a la fecha. Un blockbuster de lujo de casi dos horas que presenta de forma brillante el origen del personaje. Robert Downey Jr. simplemente clava el papel de Stark y evoluciona convincentemente a Iron Man, sin más payasadas que las justas. Este no es el Iron Man de Civil War, es más cercano al de la etapa de de Kurt Busiek (Volumen 3, 1 al 25): un playboy hedonista yviajero, un negociador implacable, seguro de sí mismo.

Las escenas que presentan las armaduras de Iron Man son simplemente impactantes. La primera lo hace parecer un gigante medieval que hace temblar el mundo con sus pisadas, y el modelo moderno un cruzado salido del futuro capaz de partir el mundo en dos. Impresionante verlo dando puñetazos y moviéndose en el combate, con una estética y un lenguaje corporal sacado de las mejores viñetas del personaje, sobre todo con el modelo moderno.
La violencia (y el sexo) son más directas que en otras adaptaciones de la editorial al cine. como corresponde al mujeriego y parrandero Stark. Así que preparaos para ver cómo Iron Man churrusca en su punto a unos guerrileros y como su última conquista yace agotada tras la faena. Pero sin pasarse, eh, que también hay críos que ven esto. Y que no dirige Bertolucci. Pero bueno, Favreau cuenta las cosas de forma clara, entretenida y vistosa, sin (muchos) artificios a lo Michael Bay. (Donde se pasa un poco con las explosiones es en la huída de Stark del campamento guerrillero). ¿Qué más necesitáis?
No faltan los clásicos planos de Iron Man con la armadura puesta y el rostro descubierto, vulnerable. Ah, y la dependencia de Stark de su placa pectoral es explicada y mostrada de forma muy convincente


El villano, Ironmonger, es todo lo que Lex Luthor quiso ser en Superman Returns y no pudo. Bridges está irreconocible y ofrece una gran interpretación, maquiavelica y despiadada, aunque algo diferente al calculador ajedrecista que es el Stane de los comics, por razones de tiempo. El momento en el que aparece con la armadura de Iron Monger y la posterior persecución están muy logrados, así como su borrachera de poder y la batalla mano a mano con Iron Man.

Pepper y Rhodes son papeles secundarios pero jugosos, salvados con acierto y que ayudan a plasmar en pantalla la riqueza del Universo Marvel. No me acaba de convencer la TSNR (Tensión Sexual No Resuelta) entre Stark y Pepper Potts (estilo Nacho y Alicia de Médico de Familia), pero la cosa no pasa a mayores . Eso sí, no creáis que hay un triángulo amoroso porque no hay Happy Hogan a la vista.

Rhodey ostenta una posición de mando en el ejército más destacada de la que se ve en los cómics y al comenzar el film ya es un buen amigo de Stark, por lo que no interviene directamente en su origen, pero es una de las alteraciones menores que no dañan la historia del personaje. Como la del científico que ayuda a Stark cuando está preso. Una fiel adaptación del personaje a los tiempos que corren, vamos.

La trama avanza a un ritmo adecuado, aunque quizás dedica demasiado tiempo a la construcción del modelo moderno y al entrenamiento (atención a los robots extintores, que se convirtieron en los héroes de la prensa). Eché de menos un poco más de leña en la batalla final, pero, en palabras del inmortal Chikilicuatre, "ta güeno". Si acaso, me quede con ganas de ver al Mandarín u otro villano de peso en acción. El final final, inesperado (no lo voy a destripar, pero es interesante y prepara el camino, cómo no, a la secuela), y también refleja un momento de la historia del Latas, con otro aire.

Respecto a la música, de Hans Zimmer en parte, correcta y, a veces, como en el vuelo de prueba de Stark con el nuevo prototipo, espectacular.

En suma, que salí flipado de la película y me gustó un montón. Una opinión que se repitió de forma casi unánime por toda la sala. Vamos, que está más cerca del Señor de los Anillos que de Casablanca o de la profundidad de Bergman, pero es un blockbuster bien engrasado, efectivo y efectista, simpático, trepidante, bien orquestado, juguetón, gracioso y correcto, que me quitó el mal sabor de boca de la trilogía de Spiderman y la vomitona de Ghost Rider. Ahora mismo estoy con el hype, lo sé, bien que se nota, a ver si en un par de días se me baja y ya empiezo a sacar fallos. Pero, que queréis que diga, ¡sano entretenimiento por vuestro dinero, creyentes! ¡Sin trampa ni cartón!

LO MEJOR: Tony Stark, Tony Stark, Tony Stark. E Iron Man en acción, claro.

LO PEOR: La falta de un villano de peso, más tejemanejes empresariales en la trama, la TSNR entre Pepper y Stark, algunas concesiones al cine más ligero para acelerar la trama.

LOS GUIÑOS
JARVIS El popular mayordomo de los Vengadores es aquí una inteligencia artificial, dotada de una fina ironía británica, al estilo del Alfred (Michael Caine) de Batman Begins. Impresionante ver a Stark manejando hologramas tridimensionales para diseñar a Iron Man. Atención al momento en que Jarvis decide los colores de la armadura...

SHIELD La organización gubernamental de seguridad más famosa del Universo Marvel aparece aquí con la aparición de varios agentes y juega cierto papel en el final de la película. Lo sentimos: no aparece Hillary Swank como la Viuda Negra. Y quedáos después de los créditos, 'nuff said.

STAN LEE No podía faltar el cameo relámpago del creador del Universo Marvel (antes de que viniera Quesada a cargárselo). El hombre del "Excelsior!" es confudido por Tony Stark en una fiesta con el dueño de la masión Playboy, Hugh Hefner.

LOS DIEZ ANILLOS El nombre de la guerrilla que captura a Stark y juega cierto papel posterior en la trama remite a los diez anillos mágico/tecnológicos del archienemigo por excelencia de Iron Man, el Mandarín. Su líder lleva varios anillos en las manos, pero recuerda más al hijo del Mandarín que al clásico villano oriental. Y es árabe.

JON FAVREAU El director del film se reserva un pequeño papelito que lo hace aparecer un par de veces en pantalla y soltar alguna estupidez, pero no tiene demasiado