Se agradece cuando un intérprete, en lugar de ofrecer la típica respuesta para todos los públicos, se lanza por soleares. Preguntada esta semana sobre cómo sería su vida si viviera a principios del siglo XX,
la actriz británica Rachel Weisz (
La Momia, The Fountain), contestaba así:
“Sería una cortesana. Tendría una casa de citas donde reuniría a los hombres más fabulosos, elegantes y apuestos de la ciudad. Ofrecería exquisitas cenas, beberíamos y organizaríamos bailes de máscaras, que en realidad serían orgías”.Nunca he estado en un baile de máscaras a lo veneciano,
byronesco y decadente, en el que dar con una maravillosa desconocida, pero no pierdo la esperanza. Envíen sus invitaciones a este blog. Por favor.
Hablando de otras cosas, hoy, tras mi segundo intento infructuoso de ver
300,
recordaba a "Las Crónicas de Riddick" como Conan en el espacio, sobre todo con la huída del principio y ese pedazo final. No sé que camino llevará la filmación de la prometida tercera película de Riddick, pero ya hay ganas de verla.
Imagino que con el declinar de taquilla de Vin Diesel, se apresurará a remontar caché como todos los ídolos del cine de acción (verdad, Syl?) con una franquicia popular (moderadamente, en este caso). Espero que le quiten un poco el barniz palomitero a la saga y potencien su historia, como se atrevieron a hacer los Wachowski en Matrix (sí, a mí me gustan sus secuelas, qué pasa). No es que sea el pináculo del cine, pero es Sci-Fi de la (relativamente) buena,
alejada de las naves espaciales tripuladas por gente en pijama y bien peinados.
Es lo que me echa para atrás a la hora de ver el remake de Galáctica que emiten ahora en los USA, con el teniente Castillo de
Corrupción en Miami haciendo de capitán. El western espacial de Joss Whedon,
Firefly, tampoco me llamó la atención. No entiendo el status de culto de este hombre, aunque escribe unos
Astonishing X Men de los más astonishantes.
PD: Además,
cualquier película con un planeta prisión o una colonia minera siempre resulta interesante. Riddick rules!