jueves, junio 26, 2008

ODISEA EN EL EGEO POR UN LIBRO QUE DESEO

A veces esto de encontrar un libro es bastante complicado. Hallábame en busca de mi querida Ítaca, perdido en los mares, cuando me enganchó terriblemente Canción de Hielo y Fuego. Después de leer Juego de Tronos, me entró un monazo terrible de entrarle al segundo volumen de la saga. Pues no hay tu tía, aquí no llegan, precious. Y eso que hay varias cadenas de librerías por estas islas de Zeus sabe dónde con un catalogo tan amplio como el escote de Helena de Troya. Pues ni en una, ni en la otra, ni en la de más allá. Es que con la crisis no nos llegan, me decían, está muy mal esto de leer ahora, lo que la gente quiere es guerrear, la cultura vive horas bajas, Homero ya no vende, Platón es un pesado, bla, bla, bla...

Ni siquiera venciendo al cíclope Polifemo (un tipo culto, tras esa fachada de bruto innoble, con una biblioteca bien provista de clásicos) conseguí lo que anhelaba. Y yo con un mono tremendo de echarme al coleto la guerra en los Siete Reinos. Claro, uno acaba de salir de Troya, y le entran los recuerdos, le dan ganas de épica, tantos días viendo pasar los pececillos aquí aburridos. Busqué por todos lados una edición en cualquier idioma (acepto caldeo y dialectos oscuros de la Hélade), pero los Dioses me mandaron a freír espárragos. Con educación, todo hay que decirlo. Muy críptico todo -es lo que tienen los Oráculos cuando inhalan más humo sagrado del debido- pero pillé el mensaje.

Bueno, pues me lo compro por paloma mensajera (que aquí estamos muy avanzados, faltaría más). ¿Entregarán en medio del mar? ¡Contramaestre, dónde narices estamos? El problema es que, donde me encuentro, (dondequiera que sea), parece que la aduana retiene los paquetes del extranjero (también los que no llevan ánforas de vino y manjares) y la espera puede alargarse. Nada que ver con mis compras desde tierra firme. Diez días máximo, y el mensajero se presentaba en tu puerta. Un poco de pasto para su caballo, una noche de descanso en las cuadras y todos contentos.

Desesperado, después de desechar la idea de buscar un memorioso erudito y un copista que manufacturasen en tiempo récord las 900 y pico páginas del libro (es un engorro), me resigné al Hado y abroché mi capa antes de pedir piamente a Hermes, El de los Pies Alados, patrón de los comerciantes, que fuera misericordioso. Lo cual, mira por donde, tuvo su ventaja, porque me trajo en un soplido los volúmenes dos y tres, A Clash of Kings y A Storm of Swords, en su lengua original y a un tercio del precio de la edición traducida.

Con la ayuda del viento mágico de Eolo, en apenas doce días, cuando las predicciones oraculares señalaban cuarenta -yo no sé que toman estas señoras-, aparecieron en el puesto del vigía, arriba, en el mástil. Opté por pedir dos libros en previsión de un largo periplo marino, claro. Que aquí no hay tráfico, pero tampoco señales, y a ver donde puñetas mira uno cómo se va a Ítaca. Que si las estrellas, las constelaciones, las cartas marinas... ¡Pamplinas!

Hoy, catorce días y muchas olas después, todavía no he empezado a leerlos.

Oh, dioses del Olimpo, perdonad mi afrenta, me los leeré del derecho y del revés, sacrificaré un cordero en vuestro honor (a ver de donde saco yo ahora un cordero. ¿Alguien sabe como se sacrifica un cordero? Sin ponerlo todo perdido, claro. ¿Podré aprovechar y hacer unos filetes?).

Me aprovisioné de noveluchas baratas para la larga travesía por el reino de Poseidón y claro, uno tiene que acabar lo que empieza...

HULK, REGRESO A LOS 70

THE INCREDIBLE HULK (EE.UU., 2008)

Director: Louis Leterrier
Intérpretes: Edward Norton (Bruce Banner), Tim Roth (Emil Blonsky), William Hurt (General Ross), Liv Tyler (Betty Ross), Tim Blake Nelson (Samuel Sanders), Lou Ferrigno (voz de Hulk)
Duración: 115 minutos
Estreno en España: 20 de junio
Calificación: 6,25 /10
Sinopsis: ¡Hulk aplasta!

Después de salir de ver Hulk, poco más y me hace falta una máquina del tiempo para volver al siglo XXI. Los estampados chillones de los sofás, espantosos jerseys y sudaderas, mastodóntica maquinaria científica y el tufo a serie de televisión clásica me transportaron de vuelta a los 70, década en la que, supuestamente, no está ambientada la película. Sólo me faltó ver a Hulk con pantalones de campana y destruyendo coches a ritmo de los Bee Gees.

Flojita, visible y sin pajas mentales
Olvidaos de los cómics y de la anterior película y sus complejidades freudianas, éste el Hulk de la tele, sustituyendo a Bill Bixby por Edward Norton. ¿Cómo revivir la franquicia?, debieron pensar en Marvel. Pues recurriendo a la imagen del Goliath Verde que anida en el imaginario colectivo. ¿El Hulk de la tele? ¡Sí! Ese tipo solitario de buen corazón que hace autostop y repite frecuentemente eso de “No le gustaría verme enfadado”.

Así que volvemos a tener a un Bruce Banner fugitivo, magnificamente encarnado por Edward Norton, perseguido por el Ejército y en busca de la cura para librarse de su otro yo a base de plantas exóticas y tratamientos experimentales. Pero vamos por partes.

La película SÍ ES UNA SECUELA, ya que arranca donde acabó el filme de Ang Lee, con Banner huido a Latinoamérica. En el prólogo nos cuentan el origen de Hulk (un poco modificado respecto a la película de Lee) a modo de flashback –como en una serie de televisión, con las clásicas portadas de periódicos- y la acción salta a Brasil, donde Banner lleva una vida discreta en una favela, trabajando en una fábrica, aprendiendo a controlar su ira con técnicas de meditación-

Esos primeros 25 minutos son lo mejor de la película, porque no desprenden el olor a naftalina de una chaqueta de pana que lleva 30 años metida en el armario. Por ser frescos, diferentes y los únicos en tener algún personaje secundario medio decente, además de una ambientación de este siglo. Lamentablemente, después todo se va al garete. Al estilo del Brand New Day spidermaniano, Marvel retrotrae a Hulk a los 70 en busca del público que hace mucho dejó al personaje. Una lástima. Pudo haber sido bonito.

El perfecto Bruce Banner
Edward Norton cumple sobradamente como Banner y muestra de forma solvente en pantalla su lucha interior con el gigante verde, su carácter torturado y sus intentos por pasar desapercibido y no meterse en broncas. Es también uno de los pocos personaje con buenos diálogos, que declama con naturalidad. Por poner algún pero, cuando Norton se transforma en Hulk, no conserva el (relativo) parecido facial que tenía Eric Bana con su alter ego en la primera película. Más bien es el Hulk de Mike Deodato Jr., con un aire a Evo Morales en las distancias cortas (no fumé nada antes de la película, lo juro).

El monstruo esmeralda no acaba de encajar del todo contrapuesto a la imagen real, por su textura tipo Shrek. Hay escenas en las que se nota mucho que se trata de CGI y pantalla verde, como cuando los militares disparan a Hulk y éste se cubre. Por lo demás, mucho rugido al viento, dientes apretados y un estilo de combate que echa mano de todo lo que hay a su alrededor y hace bueno los dichos “a falta de tanques, buenos son helicópteros” y "quien a buen coche se arrima, buen arma improvisada se fabrica".

William Hurt, aunque un poco forzado y sobreiconizado en algunas escenas, compone un buen general Ross, con puro y todo; Liv Tyler como Betty Ross, hace de chica que solo sirve para ser tierna, salvable y rabiosa cuando hieren a alguien que ama; Tim Roth, flojito al principio y más entonado cuando se va convirtiendo en la Abominación; T.B. Nelson, genial, charlatán, con tan buenos diálogos y tan natural como Norton. De "Leonard" mejor no hablo, salvo que la Mención Especial al Jersey más Horrible y al Triángulo Amoroso Fallido es para él.

Falta de personalidad
El pecado mortal de la película es que no tiene personalidad, lo que la convierte en un telefilm de lujo al que salva el buen hacer de algunos actores y el amor que profesamos a Hulk después de 40 años de viñetas y “¡Hulk aplasta!”. La labor del director Louis Leterrier se reduce a la de un “mandao” al que le han dicho: “Anda, monín, ve y tráenos de vuelta la serie aquella de la musiquilla triste”. Y él, obediente, sirve en bandeja de plata un telefilm recalentado.

Sobre el guión, decir que si éste fuera el bolsillo de un pantalón, se le caerían unas cuantas monedas por más de un agujero. Pero vaya, tampoco es que importe. El esquema narrativo no es que guarde muchas sorpresas, sabes que la película va de A a C y que tiene que pasar por B (al menos Iron Man disimulaba un poco más, a pesar de ir por un camino parecido). Además, ya nos lo contaron todo en el trailer. Ya sabemos que Bruce Banner se tira de un avión, que el malo es muy feo y que Hulk salta a través de unos cristales para salir al jardín a jugar con los soldaditos.

El argumento de muchos frente a esto supongo que será decir “Pero si ésta es una película de ostias, yo voy al cine a ver al Hulk ponerse ‘to loco, chaval’, y repartir galletas”. Pues te vas a tener que tragar un montón de sensiblerías y caritas compungidas generadas por ordenador de tu verdoso héroe hasta la pelea “buena”, chato. Y aun así, además de unos cuantos puñetazos épicos de esos que hacen atravesar edificios y Hulk saltando para subir a los edificios, no vas a ver nada del otro jueves.
Los guiños frikis
Hay un cameo de Stan Lee, por supuesto, un poco menos ridículo e intrascendente de lo habitual, con su habitual punto divertido. Y tampoco podía faltar una broma a costa de SPOILER los clásicos pantalones morados FIN SPOILER ni el cameo de Lou "Yo era Hulk" Ferrigno.
Además, SPOILER, el logo de SHIELD anda por ahí, está presente la comunicación entre "Mr. Green" y "Mr. Blue" de la etapa de Bruce Jones, (Incredible Hulk v.2 34 a 76) y ¡el suero del Súper Soldado como origen del meollo!, lo que confirma que Marvel teje su telaraña y prepara el terreno para sus próximos proyectos FIN SPOILER. Y ya sabéis que al final de la película aparece SPOILER Tony Stark (Robert Downey Jr.), diciéndole al general Ross "estamos reuniendo un equipo", con lo que tenemos, que yo sepa, el primer crossover Marvel en el cine FIN SPOILER.
De la etapa de Bruce Jones –mencionado en uno de los spoilers- también aparecen las técnicas de relajación y el metrónomo que usa Banner para controlar su ritmo cardiaco. En la muñeca lleva un pulsómetro que le indica cuando se está poniendo “to loco, chaval”. Se incluye también una escena de sexo apta para menores con chiste fácil a costa del tema. Bruce, por cierto, usa el nombre de David Banner –el nombre del protagonista de, sí, otra vez, ¡la serie de los 70!- en una carta.

¿Habrá secuela?
Sí. El nuevo villano tiene su génesis hacia los tres cuartos del metraje y es uno de los personajes más trabajados, al que se le entiende perfectamente su motivación, y cuyos cambios físicos -es lo que tiene estar cerca de Hulk, - empiezan a manifestarse. El leit motiv de los dos primeros villanos de Hulk –la Abominación y ése que estáis pensando para la secuela- es el opuesto al de Banner: abrazan el poder que da la radiación gamma en lugar de intentar librarse de él. O sea, lo mismito que Iron Man/Iron Monger en la reciente película del primero. Por si la indicación de un nuevo villano fuera poco, el final de la película insinúa un cambio en la relación Banner/Hulk que servirá para plantear un nuevo status quo, parece.

¿Deberíais ir a ver Hulk al cine? Para ser justo, la película es entretenida, no se hace larga gracias a su ritmo y tiene unas cuantas perlas. Me quedo con el enfrentamiento de Hulk contra los cañones “especiales” del Ejército, la provocación de Blonsky a Banner para que pierda el control y, sobre todo, el intento de cura, donde se puede ver la transformación paso a paso como sólo los efectos especiales de hoy permiten. Ahora, hay un par de escenitas con Liv Tyler que dan vergüenza ajena y el encono personal Banner-“Trueno” Ross se siente poco cocinado en las distancias cortas.

Otro punto a favor, para los que paséis de los 30, es que os acordaréis de la serie y la estética de los cómics de la época y no os preocupará tanto el aspecto retro y low tech del conjunto. Porque lo único moderno que aparece son las armas del equipo de elite dirigido por Blonsky y algo de tecnología militar. Pero si estáis pensando en ir al cine por lo impresionante que será sentir los puñetazos de Hulk con el Dolby Surround y la megapantalla... pues desde ya os digo que no es para tanto.

LO MEJOR Los primeros 25 minutos en Brasil, Edward Norton como Bruce Banner y T.B. Nelson.

LO PEOR Liv Tyler y la falta de personalidad de un film que es poco más que un plato recalentado.

LAS FRASES
-(Un soldado a Blonsky) "¿Cómo te sientes, tío?" (Blonsky) "Como un monstruo"
-(“Trueno” Ross, sobre los gustos de su hija, tras conocer a “Leonard”): ¿Dónde encontrará a esos tipos?

ÚLTIMO (Y ESTÚPIDO) APUNTE ¡Sale Rick Jones! Lamentablemente, en los títulos de crédito y como co-responsable de transporte o algo parecido, nada que ver con nuestro entrañable y eterno “wannabe”.

Podéis leer este mismo post con más comentarios (de todos los colores) en ZONA NEGATIVA

miércoles, junio 25, 2008

TROPA DE ELITE, EL PUNISHER ENTRA EN LAS FAVELAS

"Para mí, un traficante es un traficante"

TROPA DE ELITE (Brasil, 2007)

Dirección: José Padilha
Intérpretes: Wagner Moura (Cap. Nascimento), Caio Junqueira (Neto), André Ramiro (Matías)
Duración: 118 minutos
Calificación: 7,85/10
Estreno en España: 11 de julio
Sinopsis: Ante la llegada del Papa Juan Pablo II a Río de Janeiro, el capitán Nacimiento, líder del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), recibe la orden de asegurar la favela donde dormirá el Sumo Pontífice. Nascimento lleva años al borde de la ley en su lucha contra los señores de la droga y ahora, con su primer hijo a punto de nacer, ve en esta misión la oportunidad de hallar un sustituto con temple. Los candidatos son Neto y Matías, dos jóvenes y honestos tenientes de policía: el primero práctico y furioso, el segundo inteligente e idealista. ¿A cuál podrá forjar para la batalla en una ciudad podrida?



¿Qué ocurre cuando un capitán de la división especial de la corrupta policía de Río de Janeiro entabla una guerra sin cuartel contra el narcotráfico? Para saberlo, tomad el Punisher de Garth Ennis, mezcladlo con "Ciudad de Dios" y añadid unas gotas de The Shield. Ganadora del Oso de Oro en la Berlinale, “Tropa de Elite” viaja a la miseria de las favelas, la corrupción de las comisarías cariocas y la brutalidad del narcotráfico.

Para muchos la más que digna continuadora de "Ciudad de Dios" (Fernando Meirelles, 2002) -aquella historia sobre pequeños narcos y tipos honrados en los arrabales brasileños- se basa en el libro "Elite de la Tropa", escrito por el antropólogo Luis Eduardo Soares junto con dos ex-capitanes del BOPE. Con un presupuesto próximo a los cuatro millones de euros, se convirtió en la producción más cara de Brasil en 2006.

Brasil vs la Tropa de Elite
El filme levantó polémica en su país, al enfrentar a quienes la consideraban una apología de la violencia policial contra los que pedían más dureza contra los delincuentes. El crítico del importante diario O Globo, André Miranda, planteó si el capitán Nascimento, "es un héroe, como ha sido llamado en la calle, o una triste víctima más de la situación carioca". En Estados Unidos, la revista Variety calificó la película de “fascista”.

Para poneros en situación, ahí van estadísticas oficiales hechas públicas por Amnistía Internacional en mayo. La policía mató en el estado de Río de Janeiro a unos 1.260 personas el año pasado, un 25 por ciento más que en 2006. En 2007 se cometieron en Río 6.133 asesinatos (17 por día) y casi 60.000 casos de robo a peatones (siete cada hora). Las diversas asociaciones de policías de la metrópoli se han quejado de su escaso equipamiento, los bajos salarios y la corrupción del cuerpo, así como de los "escuadrones de la muerte" y milicias policiales que matan por encargo y plantan cara al narco por el control de las calles.

Como “curiosidad”, comentar que durante el rodaje en una favela del sur de Río, un grupo de asaltantes robó un vehículo con armas que formaban parte del atrezzo y secuestró a varios miembros del equipo. Los integrantes de la filmación tenían que trabajar con chaleco antibalas. Para acabar de complicar las cosas, varios ex policías intentaron por vía judicial que el film no saliera adelante.

“Tropa de Elite” se convirtió en la película más vista de 2007 en Brasil, tanto en los cines como en el "top manta". Los productores tuvieron que adelantar el estreno un mes ante la desmesurada distribución clandestina del film. Se calcula que se vendieron cerca de dos millones de copias pirata de él, casi tantas como personas que pasaron por el cine (2,1 millones). También se comercializaron vídeos pirata con imágenes de operaciones policiales en las favelas e incluso una película pornográfica donde las mujeres vestían el negro uniforme con calavera del BOPE. El éxito ha llevado también a que pronto se emita una serie de TV basada en la película de Padilha.

"Punisher" a la brasileña
La historia de “Tropa de Elite” daría para una muy buena miniserie de la línea MAX. Pensad en el film como un "¿Y si?", un antes del Punisher. La voz en off del capitán Nascimento guía al espectador a través de un laberinto de crimen, corrupción y violencia, como en los tebeos de Garth Ennis. El discurso torturado del líder del BOPE –cuyo emblema es una calavera atravesada por un cuchillo y con dos pistolas adosadas- recoge la desesperación, dudas y rabia de un hombre al borde del derrumbamiento nervioso.

Nascimento no es, sin embargo, un vigilante solitario ni un justiciero asesino: es lo que Frank Castle pudiera haber sido si se hubiera quedado de este lado de la ley y su familia nunca hubiese sido asesinada. Nascimento lucha contra la policía y contra los traficantes, al mismo tiempo, pero desde dentro del sistema.

Baiano, el narco violento y atroz que domina la favela, es también un personaje digno de haber salido de la pluma de Ennis en un día en que no se hubiera ahogado en whisky. Sus salvajes métodos no difieren de las ejecuciones que hemos visto en la era Ennis del Punisher, y que reflejan la brutalidad del narco brasileño, dueño y señor en las favelas. Ellos permiten o deniegan, controlan, reinan sobre la miseria y ejercen de Robin Hood en un mundo que gira aparte.

Otro punto en común con Ennis es que la película es un mosaico donde importan tanto los personajes que se mueven alrededor de los protagonistas como estos y donde los escenarios tienen vida propia. El escocés se ha encargado de darle un trasfondo a cada historia para que no sea simplemente una ensalada de tiros o una actualización de las películas de Charles Bronson. Algo que “Tropa de Elite” también consigue, presentando el entorno como un personaje más, quizás el más ominoso, el que reina sobre todos los demás.
Uno de los personajes mejor recibidos por el público es Matías (André Ramiro), un joven estudiante y policía "preto" (negro), de clase baja y buen corazón, que quiere ser abogado y demostrar que policía no equivale a corrupción. Pero su intromisión en territorio de Baiano tendrá consecuencias terribles. Matías es quien protagoniza una de las escenas más divertidas de la película, en la que tiene algo que ver una granada.
SPOILER Durante una clase nocturna de entrenamiento del BOPE, un compañero denuncia que Matías se está durmiendo. El capitán Nascimento se acerca a él con algo en la mano y le pide que estire. Matías se queda con una granada lista para explotar en la mano si la suelta. "Si te duermes, explotamos todos", le dice el capitán. FIN SPOILER
"Ahora la gente me dice por la calle, “¡Matías, no te duermas!", me contaba sonriente en un español bien chapurreado durante la entrevista que le hice hace un par de meses y que podéis leer aquí. Jovial, inquieto y abierto, antes de su salto al cine trabajaba como portero en un cine, y ahora compagina su labor delante de las cámaras con su primer disco de hip hop. Otra escena que me gustaría destacar, protagonizada por Nascimento, es aquella en la que sus remordimientos SPOILER le hacen ir a buscar a la favela el cadáver de un "vigilante" (quienes alertan de la llegada de la policía en las favelas) asesinado, tras una conversación con la madre que ha perdido a su único hijo. FIN SPOILER
Y, finalmente, la que retrata como se hacen las estadísticas de muertos en la policía de Río de Janeiro.

La violencia explícita es menor que la de los cómics –y es que Ennis siempre se desmadra-, porque el film se centra más en la crítica social, los entresijos de la corrupción y la psicología de los personajes. Pero, si en algo se parecen es en que es oscura, rápida y letal, filmada cámara en mano en los bajos fondos, alejada de las virguerías de John McClane o los glamourosos tiroteos de Michael Mann. La lucha se libra contra criminales comunes que emplean armas diseñadas para la guerra, una de las desdichadas realidades de Latinoamérica. Las escenas más brutales del film son, sin embargo, los interrogatorios –a hombres, mujeres y adolescentes- ya sea con pistola en mano o con una bolsa de plástico.

El último plano, por cierto, os impactará como un disparo.

EN RESUMEN: Si os gusta el Punisher, disfrutaréis con Tropa de Elite. Si no, también, porque es una buena película con personajes sólidos, carga social y un ritmo dinámico. Dad saludos de mi parte al capitán Nascimento.

TE GUSTARÁ SI DISFRUTASTE CON... Teniente Corrupto, Ciudad de Dios, The Shield, Traffic, Heat