lunes, marzo 26, 2007

EN DEFENSA DE LA FANTASÍA SUCIA (QUE NO OSCURA)


¿Se puede hacer fantasía sin elfos, enanos, dragones de leyenda que acumulan tesoros o bolas de fuego?

¿Existen mundos donde los protagonistas no se guían (tanto) por la noción de Bien y Mal, el sexo y la violencia son cruentos, las monedas tintinean sucias, la espada refulge escarlata sin sombra de justicia, la desesperación es real, el final es fatal?

¡SI!

Robert E.Howard, Clark Ashton Smith, Moorcock, Fritz Leiber...



Ashton Smith es un fatalista a la Lovecraft, pero embargado de fantasía lejana y mórbida, creador de mundos donde el héroe apenas si tiene esperanza para sí mismo, como para dársela a otros.

Averoigne de bosques y vampiros, entrañas de la tierra y del tiempo, hechiceros que se consumen por errores y horrores invisibles, abades putrefactos, largas travesías por el desierto que caen a la necrópolis.

Howard, más allá de un Conan donde los tesoros se van en putas, vino y una cota de malla nueva, inviernos fríos con lobos tras la empalizada, metrópolis del vicio, monstruos que no son sino behemoths de eras escondidas, perversiones naturales o demonios de un abismo sin puente, cuchillos en la noche, mercaderes maliciosos, reyezuelos, junglas remotas... Bran Mak Morn, rey de los pictos, expulsa a los invasores romanos con la emboscada en la tormenta, pasea a la luz de las estrellas ante los grandes dólmenes... El Valle del Gusano... Potente, visceral, descarnado, con el olor a la piedra húmeda de un calabozo cubierta de musgo, de la bocanada fétida que emana del agujero en la roca.

Michael Moorcock, experimentos aparte (Jerry Cornelius...ugh!), crea unos Reinos Jóvenes donde el Caos y el Orden se quitan el disfraz ante los hombres, las espadas beben sangre, los demonios canalizan la magia, los planos se cruzan, Ërekose, Hawkmoon, ¡Elric!, el maldito, el impío, el héroe que sirve al Caos y no por eso es un monstruo...

No hay elfos ni Sidhe en decadencia, hay razas o civilizaciones degeneradas y olvidadas hasta por el tiempo; los dragones no lanzan hechizos ni duermen plácidamente sobre su tesoro, cazan en húmedas junglas; el cubil de un hechicero es tétrico, inhumano, como sus artes; no hay un mal que se abata sobre el mundo, ¡el propio mundo es una herida abierta!

Aquí, un artículo interesante sobre el tema:

1 comentario:

Kalidur dijo...

Te falto Robert Cook autor de la saga de la compañia negra y Andrzej Sapkowski autor de la saga de Geralt de Rivia.