miércoles, julio 16, 2008

MARIBEL VERDÚ, MÁS ALLÁ DEL LABERINTO


Recupero una entrevista que le hice el año pasado a la Verdú. La acabo de encontrar revolviendo y me ha gustado. Escrita en la madrugada del 21 de marzo de 2007, post Laberinto del Fauno. Ahora estrena "Gente de mala calidad".


Después de rajarle la boca a Sergi López en “El Laberinto del fauno”, papel que le valió anoche el galardón compartido de Mejor Actriz en los premios Ariel del cine mexicano, Maribel Verdú no piensa quedarse sentada. En mayo llegará “El niño de barro”, sobre un adolescente asesino en serie en la Argentina de principios de siglo, y en septiembre, “Siete mesas de billar francés”, de Gracia Querejeta, además de una próxima película con Fernando Tejero y Alberto San Juan.

De momento se recupera de la emoción de subir al escenario del Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México a recoger el Ariel de plata a la mejor interpretación femenina, otorgado también a la mexicana Elizabeth Cervantes, para el que horas antes veía “cero posibilidades”. "Yo nunca espero nada de ningún premio, cuando me nominan yo pienso que ya está la suerte echada y que ya es un regalo”, dijo la actriz (Madrid, 1970), para quien el no ser mexicana resultaba un handicap importante en la gala.

No es ninguna desconocida en México: su escapada en “Y tu mamá también” (2001) junto a los “charolastras”, como se conoce allí a los populares Gael García Bernal y Diego Luna, le valió la fama en la tierra de los mariachis. “México es un país que yo adoro, que sólo me trae suerte y cualquier excusa es buena para venir”, afirmó.

Nada más alzar el premio, salió corriendo en su vestido negro plisado como Cenicienta a la que le caen las 12 y abrazó entre lágrimas a su primer director mexicano, Alfonso Cuarón, y quien sabe si a otro de sus futuros realizadores, Alejandro González Iñárritu, (“Babel”). Fue sin embargo el tercero de los tres tenores del cine mexicano, “el Gordo”, Guillermo del Toro, director de “El laberinto del fauno”, triunfador de la noche Ariel, quien la aupó hasta su estatuilla a la mejor actriz. “Lo mejor que me ha pasado en esta película ha sido obviamente trabajar con él, porque es una persona de una generosidad extrema, sencillez, humildad y encima de un talento increíble”, elogió Maribel.

Al fin el premio
Hasta ahora, de la granizada de premios caída sobre el fauno de Del Toro, no le había tocado ninguno. Sólo se la veía radiante sobre las alfombras rojas, protegiendo a la joven protagonista, Ivana Vaquero, igual que su Mercedes, la sirvienta del capitán fascista (Sergi López) que ayuda a los maquis. Es ésta la segunda película que le ha llevado a los Oscar, donde ya estuvo –y ganó- en 1992 con “Belle Époque” de Fernando Trueba, “y ahora pues mira, a esperar la tercera”, deseó.
Reconoció que no le van demasiado a nivel personal “estas historias”, aunque sabe que son muy importantes para las películas: va a divertirse y “a volver cuanto antes” a su sitio.

El premio que se le resiste es el Goya, al que ha estado nominada en cuatro ocasiones, por “Amantes” (1991), “La Celestina” (1996), “La Buena Estrella” (1997) y “El laberinto del fauno” (2006). “No hay que vivir con esa espina, no, en absoluto; yo sigo trabajando con directores maravillosos, haciendo papeles estupendos en proyectos que me encantan y eso es lo importante, que te sigan llamando y que te sigan valorando”, afirma segura. Aun así, “si un día me lo dan diré ¡guau! qué bien, me lo han dado, y si no, no le daré importancia, para no vivir con eso ahí dentro”.

Se la ve feliz haciendo y hablando de cine; ya hace tiempo que acabó, afirmó rotunda, la etapa en la que estaba desilusionada, el paréntesis que le tuvo dos años y medio sin rodar. “Tuvo que venir un mexicanito lindo”, se carcajea, “para confiar en mi, y darme confianza y ponerme de nuevo en un sitio que yo creía haber perdido”.

Momento dulce
Acaba de rodar ahora en España con el veterano director Gonzalo Suárez “Oviedo Express” y con Gracia Querejeta “Siete mesas de billar francés”. Con el filme de Querejeta, dijo, se le cae la baba porque ha sido la experiencia de su vida; “nunca había hecho una protagonista tan protagonista, estoy todo el rato en la película, menos en cuatro o cinco secuencias”. “Ha sido un curro muy intenso, un papel tremendamente difícil que nada tiene que ver conmigo”, explicó, deshecha en halagos a su directora.

A su lado, Blanca Portillo (“Volver”); juntas componen la historia de dos mujeres a las que les va muy mal en la vida y tienen que salir adelante “como sea”. Un filme con personajes y situaciones cotidianos, y, por primera vez en la filmografía de Gracia Querejeta, con toques de comedia, anunció una encantada Verdú. “A mí me gusta ese cine que es como cine independiente americano (...) que no se hacen las películas pensando esto va a ser un éxito de taquilla, sino que se hacen las películas que uno quiere y en que uno cree”, se explayó.

La actriz aparecerá antes en “El niño de barro”, que ha rodado en Argentina hace poco y se estrena el 18 de mayo. Una historia ambientada en el Buenos Aires de 1912 sobre el “Petiso”, el primer asesino en serie de niños, niño él mismo y un referente del miedo en Argentina, equivalente al pavoroso “Coco” de España. Define la película como “dura”, igual que la historia del “Petiso”, que ingresó a la cárcel a los 16 años y pereció entre rejas en circunstancias poco claras en 1944, a los 48 años de edad. Tiene también pendiente de estreno “La zona”, del uruguayo Rodrigo Plá, rodada en México.

No a EEUU
“Yo estoy abierta a todo mientras los proyectos para mí sean interesantes”, refirió la intérprete. Nunca espera un tipo de papel concreto, dijo, sino que deja que las cosas sucedan y se va agarrando a los papeles en los que cree. “Este año he leído cuatro guiones que no me han dicho nada y ha llegado uno que ¡ahivá, este es!”, se alegró.

El papel corresponde a“Gente de mala calidad”, de Juan Cavestany, en la que tentativamente compartirá pantalla con Fernando Tejero y Alberto San Juan, con un personaje del que ella personalmente huiría en la vida real. Maribel descartó una vez más el salto a EEUU: “Ya me abrió las puertas ‘Y tu mamá también’ y no quise traspasarlas, no me interesa”. Afirmó que no quiere “empezar de cero” en Hollywood y que tampoco le ha interesado el tipo de cine que le han ofrecido.

Por el contrario, se declaró muy interesada en el cine latinoamericano, donde afirma sentirse muy cómoda y bien considerada Pero, para los Ariel de anoche, “cero posibilidades”, repetía antes de la ceremonia. Se equivocó la paloma, se equivocó...

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