sábado, julio 14, 2007

Los Reyes del Revamp

Los autores cuentan milongas en la Wizard de que si van a explorar nosequé sentimientos o temas en tal o cual personaje ahora que les ha caído del cielo la oportunidad de escribirlo y al final tenemos al mismo tipo en mallas repartiendo leña y a un supermaloso del pasado que resurge con una onda ligeramente distinta. Cansino.

Hacer un revamp de un personaje o llevar un concepto por otro camino con éxito es bastante complicado, en parte porque las grandes compañías no están interesadas en cambios drásticos. Al menos, no durante mucho tiempo. Y las sorpresas llegan con esas series que conceden a personajes desahuciados o que no han visto la luz del día en años. Pasó con Question, pasó con Animal Man.

De los últimos, me quedo con el de Puño de Hierro: medio noir, místico y con ciertos ecos del pasado. El dibujo de David Aja a la Steranko/Jae Lee ayuda muy mucho y se nota que los autores se esfuerzan por crear conceptos nuevos. La revelación de que han existido más Puños de Hierro se quedaría en agua de borrajas si no se mostrase algo de su historia. Orson Rand, el Puño de Hierro de la I Guerra Mundial, con ese toque de estoy-tan-pasado-de-vueltas, es de los secundarios más interesantes que ha creado Marvel últimamente. Quizás lo que más chirríe sean los enemigos: Hydra, una corporación asiática y una antigua némesis que no convence.

Uno de los coguionistas, Brubaker, venía de hacer otro exitoso revamp: el del Capitán América, a quién había vuelto a poner en el punto de mira -nunca mejor dicho- tras una etapa irregular que se extendía demasiado. Con buen manejo de villanos clásicos- Cráneo Rojo y el Cubo-, un nuevo antagonista interesante, el general Lukin, y el bien orquestado retorno de Bucky como el Soldado de Invierno ha orquestado una telaraña si no rompedora, entretenida. Veremos como acaba la cosa tras el asesinato de Steve Rogers.

Sin que me parezca un guionista estrella, a Brubaker se le agradece su paso por los personajes. En Daredevil hace un trabajo decente, sobre todo en el enganche con la etapa Bendis; y aunque después baja un poco, al menos saca al personaje a que le de el aire. ¡Que le den una serie de Nick Furia ya!

No tengo muchas alabanzas para el Green Lantern de Geoff Johns, que tras su retorno a la gloria en Rebirth ha vuelto a un camino trillado. El verdadero revamp se ha hecho con Sinestro, su némesis, que ha creado su propia franquicia de villanos universales. De la nueva colección -que va por el 20, creo- se salva mínimamente la saga con el Superman Cyborg y los Green Lanterns prisioneros. Si el autor no fuera tan conservador (y no me refiero a ponerle a un traje rosa a Hal Jordan) la colección subiría enteros.

El pretendido nuevo enfoque del Dr Extraño por Vaughan me parece bastante malo, solo salvado in extremis por el arte del español Marcos Martín. Un punto de partida interesante que se desinfla en seguida, un remedio increíble muy mal manejado, un Wong mortalmente enfermo muy descafeinado y burdo, un flirteo bastante torpe- aunque la nueva novia sea interesante-, un relato del pasado muy discutible, villanos de quinta actegoría y -¡por las hirsutas huestes de Hoggoth!- el Doc disparando "la pistola de Hitler". Vaya chafa.

El del Caballero Luna, a manos de Charlie Huston, no es nada del otro mundo. Me parece como reflejado en un vaso de whisky turbio. Más oscuro, más violento, más descenso a los infiernos. Devolver el personaje a la etapa Moench /Sienkiewicz, pervertirla un poco, darle acción al estilo actual y ya está. Legible.

El rey del revamp ha sido siempre Morrison: New X-Men, Animal Man, Doom Patrol y la Liga de la Justicia te pueden gustar o no, pero no se puede negar que son diferentes. Porque de la JLA de Brad Meltzer, mejor ni hablamos. Ahora, ¿cómo lo hace? Yo creo que el secreto está en sus asiduas visitas a los pubs de su Escocia natal.

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