martes, agosto 12, 2008
SANTO LLAMANDO A BLUE DEMON
lunes, agosto 04, 2008
RESEÑA "LA MOMIA: LA TUMBA DEL EMPERADOR DRAGÓN"

Director: Rob Cohen
Intérpretes: Brendan Fraser (Rick O'Connell), Maria Bello (Evelyn O´Connell), Jet Li (Emperador Han), John Hannah (Jonathan Carnahan)
Duración: 112 minutos
Estreno: 1 de agosto
Sinopsis: Rick O´Connell, ayudado por su esposa Evelyn y su rebelde hijo Alex, debe volver a jugarse la piel frente a una momia, el resucitado emperador chino Han, cuyos sueños de conquista acabaron cuando una maldición lo convirtió en piedra junto con todo su ejército. Liberado de su sueño milenario, mantiene intacta su ansia de poder.
Calificación: 6/10 (siendo generoso)
La respuesta a por qué regresa esta saga fantástica tras siete años de ausencia de las pantallas se adivina fácilmente tras ver la película. Bueno, y antes. Pero, por amor al género de aventuras, me decidí a verla. ¿Por qué resucitar a una momia más y obligar a los O´Connell a arriesgar otra vez el pellejo? Obvio... por el cheque de la paga. Pero que lo disimulen un poco al menos, joder.

"La Momia: La tumba del Emperador Dragón" es, además, uno de esos films cuyos diálogos explican todo lo que pasa en pantalla. "Oh, el malvado emperador nos ataca!" ¿De verdad? ¡Creí que venía a pedir el balón de fútbol, que se coló en tu jardín! La trama pasa de puntillas, sin embargo, por algunos puntos importantes, con afán de no embarullar. Añádanse tópicos a mansalva, chistes poco certeros, desarrollo apresurado y previsible, escenas pensadas para el videojuego, momentazo Army of Darkness total y un giro al principio que resuena a la última de Indiana Jones.
Los personajes siguen estando delineados a brochazos, algo de lo que los intérpretes parecen muy conscientes y despreocupados. El cuñado graciosillo se limita a soltar bobadas y a caer en situaciones embarazosas, Fraser pone cara de bruto valiente, Bello disfruta como madre cañera pero sensible y el intrépido hijo pone el granito de conflicto familiar y chispa romántica. En alguna escena, como la subida a cierta cumbre nevada, es que parecen los Serrano. ¿Jet Li? Pues bien, aunque sin despeinarse demasiado. Eso sí, sus transformaciones son impresionantes, demostrando que el plato fuerte del film son los efectos especiales.

Enlace a la rueda de prensa de Brendan Fraser y María Bello
PD: Para los aficionados al rol de La llamada de Cthulhu, por cierto, avisar que se encontrarán con una vieja conocida. ¡La metralleta Thompson! Que, como muy bien señalan los protagonistas, es un engorro porque se encasquilla cada dos por tres.
jueves, julio 31, 2008
PRIMERA FOTO OFICIAL DE DRAGON BALL

miércoles, julio 23, 2008
TRÁILER DE MARVEL ULTIMATE ALLIANCE 2

Está por ver como va la jugabilidad, aunque me da que por el título habrá más opciones para combinar poderes y sumar esfuerzos. Lo tendremos en 2009. Aquí tenéis el vídeo:
http://marvel.com/news/videogames.4231.FIRST_LOOK:_Marvel_Ultimate_Alliance_2
Marvel: Ultimate Alliance, sin ser la octava maravilla del mundo, cumplía acertadamente, aunque podía ser algo básica en muchos aspectos y continuaba el mismo esquema de los X Men Legends. Por cierto que este juego se disfruta más en el nivel de dificultad más alto, según compruebo estos días. El Normal era un poco fácil para mi gusto.
domingo, julio 20, 2008
ESPECIAL HELLBOY 2: THE GOLDEN ARMY

(EE.UU. 2008)
Director: Guillermo Del Toro
Intérpretes: Ron Perlman (Hellboy), Luke Goss (Príncipe Nuada). Doug Jones (Abe Sapiens), Selma Blair (Liz Sherman), Seth MacFarlane (Johann Krauss -voz)
Duración: 110 minutos
Estreno en España: 29 de agosto
Sinopsis: Nuada, el heredero renegado de los elfos, regresa para restaurar la gloria perdida de su raza y acabar con la tiranía humana. Su plan es despertar al Ejército Dorado, una armada indestructible de seres mecánicos construida mucho tiempo atrás, y conquistar el mundo con su fuerza imparable. Mientras tanto, Hellboy, ignorante del peligro, "disfruta" de la vida en pareja, ansioso por salir a la luz pública y receloso de su nuevo compañero de equipo.
Calificación: 7,9 sobre 10

Parece que esta secuela viene con la lección aprendida. Después de un ejercicio de mercadotecnia, Hellboy busca asegurarse el Olimpo de la taquilla explotando lo que mejor le funcionó en su primera parte. El humor socarrón del protagonista, la comicidad del jefe del B.P.R.D., la parte humana del demonio, las escenas de acción y las fantásticas criaturas surgidas del buche de Del Toro son las cartas que “Hellboy II: El Ejército Dorado” pone sobre la mesa para ganarse el favor de Los Que Se Rascan El Bolsillo.
Aunque el resultado general es satisfactorio, me da la impresión de que la película se siente en la obligación de recorrer algunos clichés trillados como concesión a los cánones tradicionales del “blockbuster”-cómo te quiero, qué gran sacrificio, qué fuerte y gracioso soy, por qué no me quieren-, como si estuviera insegura de triunfar sólo con sus propias bazas e invocara con sacrificios el favor del Gran Público. Del Toro ejerce de funambulista por el delgado hilo entre el "fandom" duro y el espectador ocasional que se decide entre la de monstruos, la de tiros y la de amor. Bueno. Tampoco es para tanto.
Al fin y al cabo, "Hellboy 2" es una prueba de fuego para que el mexicano se consolide como “autor” en el engranaje de los grandes estudios –aunque ya haya firmado para "El Hobbit", el presupuesto a su disposición puede depender del éxito en taquilla del Demonio Rojo- después de que su Laberinto del Fauno le aupara al cielo creativo y rindiera a la crítica de medio mundo a sus pies.

Pero lo que me más me chirría de este Hellboy socarrón y temerario es que a veces se parece demasiado a Bruce Willis. Me entra la impresión de que el tipo que salvó el Nakatomi Plaza se pintó de rojo y se puso unos cuernos rotos de plástico para volver a tomar al asalto los cines. Hellboy, sediento de popularidad y con el síndrome Spiderman ("Por qué me odia todo el mundo si soy más bueno que el pan") se acerca más a un simple brazo ejecutor que a un investigador de lo paranormal. Más músculo, menos cerebro, más corazón.
Que no se rasguen las vestiduras los puristas: sobrevive la esencia "mignoliana" -muy cercana a la visión de Andrzej Sapkowski en la saga de Geralt de Rivia- de reinterpretar el folklore popular. El enemigo que protagoniza esta secuela no es otro que los Sidhe, la raza fantástica de la mitología celta que guerreó contra los pobladores humanos y hubo de retirarse a su mundo invisible tras perder la contienda. El rey Balor, uno de los secundarios del film, aparece en la mitología celta como uno de los más feroces antagonistas de los héroes, el rey tuerto de los Fomorians, aunque en “Hellboy 2” ofrece una cara mucho más clemente. También aparece el Hada del Diente (Tooth Fairy, que es como los anglos llaman a nuestro "Ratoncito Pérez”) como otro de esos cuentos populares desviados hacia el Lado Oscuro y explicados pseudocientíficamente, marca de la fábrica Mignola.
La fiesta empieza muy bien, con la imaginativa historia del Ejército Dorado, rodada de una forma muy peculiar. Después, la escena que introduce al Príncipe Nuada en la historia acaba de poner la guinda en el pastel. No todo el monte es orégano y, a partir de entonces, el film parece más una sucesión de escenas que un hilo bien trenzado. Perlas dispersas en la mesa, cercanas entre sí, en lugar de a un collar bien hilvanado. Las secuencias de acción son bastante buenas, por cierto, especialmente la final.
Monstruos contra un demonio

Respecto a las criaturas, el director mexicano sigue fiel a su máxima de combinar trajes y maquillaje con CGI. Buenos diseños –de personajes y de escenarios- aunque sigo pensando que Del Toro es muy colorista para las oscuras viñetas de Mignola. La mayoría de los monstruos son impresionantes, alguno con el ineludible toque Lovecraftiano, como el Ángel de la Muerte o el Dios del Bosque (por cierto, ¿no os recordaba el Hombre Pálido a Y’golonac?).
Sin embargo, alguna escena -el Mercado Troll, que me retrae un poco al "Neverwhere" de Neil Gaiman, ¡o a un Fraggle Rock desatado!- parece hecha exclusivamente para lucirlas. El mexicano se desboca donde se contuvo en "El laberinto del fauno" y a veces corre el riego, como George Lucas y sus muñecos, de caer en un remake involuntario de "Dentro del laberinto".
Del Toro carga también las tintas en la "cotidianeidad" de los monstruos: los enamora, emborracha, encela, entristece, y, en definitiva, los convierte en personas con las que la audiencia no comiquera pueda conectar y superar la etiqueta de "película de superhéroes". Él lo justifica diciendo que es partidario de los héroes falibles. A veces funciona, otras te golpea un poco a lo WTF! En este sentido, una de las escenas, el momento Barry Manilow, lo que en España sería el momento Julio Iglesias, ha sido una de las más comentadas y tiene un poco de lo mejor y de lo peor del film. Es una escena divertida pero que nunca veríamos en un cómic de Hellboy, creo yo.


El plato fuerte de la película es el fantástico Príncipe Nuada, cuyo odio contra la raza humana traspasa la pantalla. La interpretación de Luke Goss es genial, dispara dardos de hiel en sus diálogos, en sus miradas, en sus amenazas. Es una venganza largo tiempo esperada y se nota. Vaya si se nota. Sus escenas de acción opacan al mismísimo Hellboy y se roban la función. El único pero -y es un pero muy grande- es que con la aparición de su "yang", el espectador adivina el probable final del villano. Por cierto que físicamente Nuada es clavadito a Elric de Melniboné. ¿Es su dualidad con la princesa Nuala un homenaje a la relación entre Elric y su amor Cymoril, que impulsa los vientos del Último Emperador de la Isla del Dragón? Y ya de paso, su carácter de renegado de una raza antes orgullosa, aunque con motivaciones opuestas a las de Elric.
Otro de los personajes que aprueba con nota es “el nuevo” del B.P.R.D, Johann Krauss, quien protagoniza unas cuantas escenas divertidas. Aunque permanece en segundo plano, se revela como un buen añadido. No es ésta la única de sus creaciones que Mignola logra añadir al universo cinematográfico del Demonio Rojo en esta secuela. En la secuencia de apertura veréis a un Hellboy como nunca lo habíais visto... en pantalla ('nuff said).
Para cerrar, y a pesar de los hachazos varios que podéis leer por encima de este párrafo, "Hellboy 2" agradará a los fans acérrimos del Demonio Rojo y del cine de acción y aventuras. Espero que os contéis entre ellos. Y si no, pues que la disfrutéis igualmente. Encarecidamente ruego que os atreváis con la Versión Original, para disfrutar de la portentosa voz de Ron Perlman como Hellboy y del mismísimo genio tras "Family Guy", Seth MacFarlane, como Johann Krauss.

Lo mejor: El Ejército Dorado, la historia de su origen, el villano y la secuencia final.
Lo peor: Los clichés por los que la película se siente obligada a pasar.
El momento: La discusión de Johann Krauss y Hellboy en la sala de taquillas.
Enlace a resultados de taquilla por el momento

Sobre su mal humor en el rodaje de Hellboy 2
“En ‘Hellboy 2’ creo que es la película en la que más de malas he estado en un rodaje y sin embargo es de las películas americanas (de Hollywood) de la que me siento más orgulloso creativamente”
Sobre él y Hellboy
“Creo que Hellboy tiene mucho de autobiográfico en algunas cosas. La historia entre Hellboy y Liz está salpicada de momentos que me han sucedido a mí, o a mí con Lorenza (su mujer)... Evidentemente nunca he peleado con un monstruo de cuatro pisos de altura hecho de vegetales”
Sobre el villano, el príncipe Nuada
“Cada vez que el príncipe dice algo, yo estoy de acuerdo con él. Cuando el príncipe dice su impresión sobre la humanidad, no estoy en desacuerdo con él, estoy en desacuerdo con los métodos que usa, pero no con las ideas que tiene”
“Yo sí creo que se está destruyendo la imaginación, se están destruyendo un montón de cosas espiritualmente importantes a cambio de cosas materiales que son profundamente desechables”
Seth McFarlane (Family Guy) como la voz de Johann Krauss
“Con Seth McFarlane queríamos que hiciera la voz desde el principio. Yo no creí que fuera aceptar, es un tipo profundamente ocupado, tiene su propia factoría con Family Guy y American Dad. Creí que no iba a ser posible conseguirlo, continuamos por otros caminos (...), volví en círculo completo a la idea de él”
“Le mandamos el guión, escenas de la película, le encantó. Vino a colaborar con nosotros varios días en la sala de grabación, que fueron divertidísimos. Me pude ir a comer con él (...) y platicar de ideas que tienen en Family Guy o American Dad, como fan”
Sobre la música de Danny Elfman
“Pensaba que la música debía ser un homenaje a las películas que yo vi de niño, principalmente de aventuras, de Ray Harryhausen, (Simbad, Jason y los Argonautas). La música de estas películas era de Bernard Herrmann, y yo sabía que Danny Elfman es un gran fan de Herrmann, pensé que le atraería la idea”
“Nos vimos durante el tiempo de los Oscar de ‘El laberinto...’, tuve una junta con él, y fue afortunado que tenía ese momento en su agenda libre y aceptó hacer la película. Es una de las gentes que he encontrado con quien congenio más a nivel espiritual y de trabajo”
“La música la grabamos en Abbey Road, en Londres, el estudio donde grabaron los Beatles... no crucé la cebra, porque ya había demasiados turistas, nos divertimos muchísimo, creo que es una de las experiencias de música más bonitas de mi vida”
Superhéroes falibles
“En el catálogo americano de superhéroes priman mayormente los superhéroes infalibles. En cambio, en la vida real todos somos falibles (...), todos la cagamos en algún momento. Las decisiones de los personajes en Hellboy no son infalibles”
“Habiendo hecho ‘Blade II’ (...), todo lo que creaba el personaje de Blade lo creaba tan perfecto como se pudiera, su único defecto era que se inyectaba aquel suero anti sangre, y ese era el momento en el que más interesado estaba yo”
Sobre “El Hobbit”
“Seguimos en lo mismo, apenas vamos a empezar una preproducción formal en dos semanas, no hay más casting que el anunciado, Ian McKellen, Andy Serkis (...) , Peter (Jackson, productor) está terminando ‘Lovely Bones’”
“Una vez más, en ‘El Hobbit’ es mi esperanza que podamos crear seres, criaturas, que sean básicamente físicas y que tengan la posibilidad de ser expandidas o aumentadas digitalmente. Creo que es la manera de plasmar estas extrañas criaturas en cine”

“Me siento muy cercana a Liz, también lo sentí en el primer film, tristemente (se ríe). En éste me toca madurar con Liz, creo que es algo importante, ella es sobre todo una inadaptada y a veces yo me siento así también. Definitivamente me identifico con mucho de los defectos de Liz””
“El Fauno, el Hombre Pálido, el Ángel de la Muerte, Silver Surfer, Abe... son personajes que nunca podría encarnar con mi propia cara”
“Se puede mirar a 5 horas de maquillaje como una maldición o como una bendición. Yo elijo mirarlas como una bendición, porque amplía el abanico de personajes que puedo interpretar, proporciona un gigantesco patio de juegos”
“(Abe) es el cerebro de la operación, tiene que mantener intacto su intelecto, pero su corazón está latiendo tan fuerte que eso puede comprometer su método habitual de toma de decisiones”

“Ya no puedo ir a un centro comercial o a una bolera porque ... (Del Toro) me ha convertido en una misteriosa figura internacional. “En los días de ‘La Bella y la Bestia’ era alguien muy anónimo, lo que estaba muy bien, porque disfrutas lo mejor de dos mundos, puedes fluir libremente y disfrutar del éxito. Ahora necesito un guardaespaldas conmigo en todo momento”.
“La segunda película empieza con Hellboy y Liz viviendo juntos y las cosas no están yendo bien, así que Hellboy se pasa toda la película en un estado emocionalmente comprometido”
“Espero y rezo por haber encontrado la soledad que (Del Toro) puso esta vez en el guión, los elementos reales que llevan (a Hellboy) a entender, a ponerse en contacto con el hecho de que es un marginado, y cuan singularmente único es, y como eso es algo negativo para su deseo de formar parte de la consciencia colectiva”.
Podéis leer la nota de la conferencia aquí.
La insistencia de Del Toro llevó a Ron “Hellboy” Perlman y a Doug “Abe Sapiens” Jones a probar el tequila –el de verdad, el que sólo se toma en México. El realizador se llevó a sus actores , tras la premiere de “Hellboy 2” a la Hacienda de los Morales, un exclusivo restaurante donde, a lo largo de tres horas, disfrutaron de la gastronomía mexicana. La ígnea Liz Sherman fue la única que se atrevió –un poquito nada más- con el chile. El demonio rojo del infierno, no obstante, se abstuvo de probar el picante, según los camareros.

GUILLERMO DEL TORO,
EL AMIGO DE LOS MONSTRUOS
Recién salido del escenario con un Ariel –el Oscar mexicano- en su poder, Guillermo Del Toro (Guadalajara, México, 1964) descorrió la cortina por donde desaparecían los ganadores y volvió a entrar. “No soy Lala Huete”, aclaró solícito al público del Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, tras recoger una estatuilla en nombre de la diseñadora de vestuario de “El laberinto del fauno”. El público se carcajeó. Un poco más tarde, al recibir otro galardón, se le ocurrió exaltar al Ariel “porque enseña su virilidad, no como el Oscar”. Más risas. Y así, en todas sus apariciones esa noche.
Del Toro, “el Gordo”, de negro eterno y sonrisa pícara, amante de las picantes tortas ahogadas de su Guadalajara natal y de las juergas con sus cuates del Festival de Cine de susodicha metrópoli –que ayudó a lanzar y donde en 2006 recibió un gran homenaje- contagia su buen humor por dondequiera que pasa.
No en vano, es el miembro de los Tres Amigos– el trío de directores mexicanos con reconocimiento internacional del que forma parte con Alfonso Cuarón (“Children of Men”) y Alejandro González Iñárritu (“Babel”)- al que prensa y público más aprecian. La cercanía, sonrisa y accesibilidad del tapatío gana de calle frente a un Iñárritu a quien a veces se considera soberbio o a un Cuarón con fama de hosco.
Su éxito con “El laberinto..” –3 Oscar, 9 Ariel y 7 Goyas, entre otros premios- le convirtió en un Héroe de la Patria en su México lindo y le terminó de abrir de par en par las puertas de Hollywood. Detrás, mucho camino recorrido. Su ópera prima, “Cronos” que tenía a un vampirismo sui generis como motor de la historia -con el gran Federico Luppi, nada menos- y donde conoció a su futuro Hellboy, Ron Perlman, vio la luz en 1993. "Era un guión extraordinario, distinto a todo lo que yo había leído. Una película de género en México era bastante inusitada, y conociéndolo a él, me enamoró", me dijo su productora y amiga Bertha Navarro hace unos meses.
(Ella no es la única Navarro que se ha cruzado en su camino; su hermano Guillermo lleva cinco películas como director de fotografía de Del Toro, entre ellas las dos últimas)
Desde que tenía dos años, el realizador se obsesionó con los monstruos. Se meó de miedo con un episodio sobre mutantes de “En los límites de la realidad” y lo pasó aún peor cuando su hermano se asomó a la cuna con una media en la cabeza y huevos fritos de plástico en los ojos (“el hijo de la chingada”). Y, a los 33, ante lo endeble de la industria del cine mexicana, dio el saltó a Hollywood para hacer reales todos los monstruos que había acumulado dentro de sí en todo ese tiempo (a pesar de que su abuela, dice, le había exorcizado dos veces).
Comenzó con “Mimic” (1997). La experiencia con los insectos mutantes, sin ser del todo satisfactoria creativamente, le abrió la puerta al mercado estadounidense, en el que se apoyó con más firmeza gracias a “Blade II” (2002) y, por supuesto, a un taquillero y entretenido “Hellboy” (2004).
Poco antes, lejos de los manoseos de los estudios, Del Toro desparramó su sello de autor por el cine español –el equivalente en los cineastas a cuando un perro mea por todos lados para marcar su territorio- con “El espinazo del diablo” (2001), la primera parte de su trilogía sobre la Guerra Civil. La segunda entrega, “El laberinto...”, consolidó en 2006 su ya muy reconocible estilo de combinar lo extraño y lo cotidiano, y puso a sus pies España, Latinoamérica y Hollywood. Digamos que lo convirtió en una especie de Woody Allen del cine fantástico con quien todos quieren trabajar. Por supuesto, en su México lindo poco menos que lo nombraron Héroe de la Patria. Hasta lo recibió el Presidente, junto a Cuarón e Iñárritu.
La agenda de este hombre que siempre viaja con “Los Panchos” en su aparato de música y es un declarado amante del bolero, está cubierta por lo menos hasta 2012, año en el que estrenará la película puente con “El Señor de los Anillos”, después de que todos hayamos visto ya "The Hobbit". Del Toro se trasladará ahora a la Tierra Media (Nueva Zelanda) unos años, lo que tendrá principalmente dos efectos, además del de asombrar a todo el mundo con el dragón Smaug que sacará de su chistera.
Uno, que no es probable que encuentre un puesto de tortas ahogadas cerca. Y dos, que
los que suspiramos e invocamos a Aquel en los Espacios Siderales para que el mexicano cristalice en cine “En las Montañas de la Locura”, el clásico de H.P. Lovecraft, tendremos que seguir esperando a que las estrellas estén en posición...
Tekeli-li! Tekeli-li!
miércoles, julio 16, 2008
LA QUINTA DE INDIANA JONES
Indiana Yo
Cargado originalmente por Txulu
PD: A los Canibales Hambrientos de la Espesura y a la Bestia de de la Caverna Hedionda no pude grabarlos, estaba ocupado corriendo
http://mx.news.yahoo.com/s/21062008/38/noticias-entretenimiento-enclaves-mayas-hallados-recientemente-yucat-n-podr-an.html
MARIBEL VERDÚ, MÁS ALLÁ DEL LABERINTO

Recupero una entrevista que le hice el año pasado a la Verdú. La acabo de encontrar revolviendo y me ha gustado. Escrita en la madrugada del 21 de marzo de 2007, post Laberinto del Fauno. Ahora estrena "Gente de mala calidad".
Después de rajarle la boca a Sergi López en “El Laberinto del fauno”, papel que le valió anoche el galardón compartido de Mejor Actriz en los premios Ariel del cine mexicano, Maribel Verdú no piensa quedarse sentada. En mayo llegará “El niño de barro”, sobre un adolescente asesino en serie en la Argentina de principios de siglo, y en septiembre, “Siete mesas de billar francés”, de Gracia Querejeta, además de una próxima película con Fernando Tejero y Alberto San Juan.
De momento se recupera de la emoción de subir al escenario del Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México a recoger el Ariel de plata a la mejor interpretación femenina, otorgado también a la mexicana Elizabeth Cervantes, para el que horas antes veía “cero posibilidades”. "Yo nunca espero nada de ningún premio, cuando me nominan yo pienso que ya está la suerte echada y que ya es un regalo”, dijo la actriz (Madrid, 1970), para quien el no ser mexicana resultaba un handicap importante en la gala.

Nada más alzar el premio, salió corriendo en su vestido negro plisado como Cenicienta a la que le caen las 12 y abrazó entre lágrimas a su primer director mexicano, Alfonso Cuarón, y quien sabe si a otro de sus futuros realizadores, Alejandro González Iñárritu, (“Babel”). Fue sin embargo el tercero de los tres tenores del cine mexicano, “el Gordo”, Guillermo del Toro, director de “El laberinto del fauno”, triunfador de la noche Ariel, quien la aupó hasta su estatuilla a la mejor actriz. “Lo mejor que me ha pasado en esta película ha sido obviamente trabajar con él, porque es una persona de una generosidad extrema, sencillez, humildad y encima de un talento increíble”, elogió Maribel.
Al fin el premio

Hasta ahora, de la granizada de premios caída sobre el fauno de Del Toro, no le había tocado ninguno. Sólo se la veía radiante sobre las alfombras rojas, protegiendo a la joven protagonista, Ivana Vaquero, igual que su Mercedes, la sirvienta del capitán fascista (Sergi López) que ayuda a los maquis. Es ésta la segunda película que le ha llevado a los Oscar, donde ya estuvo –y ganó- en 1992 con “Belle Époque” de Fernando Trueba, “y ahora pues mira, a esperar la tercera”, deseó.
Reconoció que no le van demasiado a nivel personal “estas historias”, aunque sabe que son muy importantes para las películas: va a divertirse y “a volver cuanto antes” a su sitio.
El premio que se le resiste es el Goya, al que ha estado nominada en cuatro ocasiones, por “Amantes” (1991), “La Celestina” (1996), “La Buena Estrella” (1997) y “El laberinto del fauno” (2006). “No hay que vivir con esa espina, no, en absoluto; yo sigo trabajando con directores maravillosos, haciendo papeles estupendos en proyectos que me encantan y eso es lo importante, que te sigan llamando y que te sigan valorando”, afirma segura. Aun así, “si un día me lo dan diré ¡guau! qué bien, me lo han dado, y si no, no le daré importancia, para no vivir con eso ahí dentro”.
Se la ve feliz haciendo y hablando de cine; ya hace tiempo que acabó, afirmó rotunda, la etapa en la que estaba desilusionada, el paréntesis que le tuvo dos años y medio sin rodar. “Tuvo que venir un mexicanito lindo”, se carcajea, “para confiar en mi, y darme confianza y ponerme de nuevo en un sitio que yo creía haber perdido”.
Momento dulce
Acaba de rodar ahora en España con el veterano director Gonzalo Suárez “Oviedo Express” y con Gracia Querejeta “Siete mesas de billar francés”. Con el filme de Querejeta, dijo, se le cae la baba porque ha sido la experiencia de su vida; “nunca había hecho una protagonista tan protagonista, estoy todo el rato en la película, menos en cuatro o cinco secuencias”. “Ha sido un curro muy intenso, un papel tremendamente difícil que nada tiene que ver conmigo”, explicó, deshecha en halagos a su directora.
A su lado, Blanca Portillo (“Volver”); juntas componen la historia de dos mujeres a las que les va muy mal en la vida y tienen que salir adelante “como sea”. Un filme con personajes y situaciones cotidianos, y, por primera vez en la filmografía de Gracia Querejeta, con toques de comedia, anunció una encantada Verdú. “A mí me gusta ese cine que es como cine independiente americano (...) que no se hacen las películas pensando esto va a ser un éxito de taquilla, sino que se hacen las películas que uno quiere y en que uno cree”, se explayó.
La actriz aparecerá antes en “El niño de barro”, que ha rodado en Argentina hace poco y se estrena el 18 de mayo. Una historia ambientada en el Buenos Aires de 1912 sobre el “Petiso”, el primer asesino en serie de niños, niño él mismo y un referente del miedo en Argentina, equivalente al pavoroso “Coco” de España. Define la película como “dura”, igual que la historia del “Petiso”, que ingresó a la cárcel a los 16 años y pereció entre rejas en circunstancias poco claras en 1944, a los 48 años de edad. Tiene también pendiente de estreno “La zona”, del uruguayo Rodrigo Plá, rodada en México.
No a EEUU
“Yo estoy abierta a todo mientras los proyectos para mí sean interesantes”, refirió la intérprete. Nunca espera un tipo de papel concreto, dijo, sino que deja que las cosas sucedan y se va agarrando a los papeles en los que cree. “Este año he leído cuatro guiones que no me han dicho nada y ha llegado uno que ¡ahivá, este es!”, se alegró.

Por el contrario, se declaró muy interesada en el cine latinoamericano, donde afirma sentirse muy cómoda y bien considerada Pero, para los Ariel de anoche, “cero posibilidades”, repetía antes de la ceremonia. Se equivocó la paloma, se equivocó...
jueves, junio 26, 2008
ODISEA EN EL EGEO POR UN LIBRO QUE DESEO

Ni siquiera venciendo al cíclope Polifemo (un tipo culto, tras esa fachada de bruto innoble, con una biblioteca bien provista de clásicos) conseguí lo que anhelaba. Y yo con un mono tremendo de echarme al coleto la guerra en los Siete Reinos. Claro, uno acaba de salir de Troya, y le entran los recuerdos, le dan ganas de épica, tantos días viendo pasar los pececillos aquí aburridos. Busqué por todos lados una edición en cualquier idioma (acepto caldeo y dialectos oscuros de la Hélade), pero los Dioses me mandaron a freír espárragos. Con educación, todo hay que decirlo. Muy críptico todo -es lo que tienen los Oráculos cuando inhalan más humo sagrado del debido- pero pillé el mensaje.
Bueno, pues me lo compro por paloma mensajera (que aquí estamos muy avanzados, faltaría más). ¿Entregarán en medio del mar? ¡Contramaestre, dónde narices estamos? El problema es que, donde me encuentro, (dondequiera que sea), parece que la aduana retiene los paquetes del extranjero (también los que no llevan ánforas de vino y manjares) y la espera puede alargarse. Nada que ver con mis compras desde tierra firme. Diez días máximo, y el mensajero se presentaba en tu puerta. Un poco de pasto para su caballo, una noche de descanso en las cuadras y todos contentos.
Desesperado, después de desechar la idea de buscar un memorioso erudito y un copista que manufacturasen en tiempo récord las 900 y pico páginas del libro (es un engorro), me resigné al Hado y abroché mi capa antes de pedir piamente a Hermes, El de los Pies Alados, patrón de los comerciantes, que fuera misericordioso. Lo cual, mira por donde, tuvo su ventaja, porque me trajo en un soplido los volúmenes dos y tres, A Clash of Kings y A Storm of Swords, en su lengua original y a un tercio del precio de la edición traducida.
Con la ayuda del viento mágico de Eolo, en apenas doce días, cuando las predicciones oraculares señalaban cuarenta -yo no sé que toman estas señoras-, aparecieron en el puesto del vigía, arriba, en el mástil. Opté por pedir dos libros en previsión de un largo periplo marino, claro. Que aquí no hay tráfico, pero tampoco señales, y a ver donde puñetas mira uno cómo se va a Ítaca. Que si las estrellas, las constelaciones, las cartas marinas... ¡Pamplinas!
Hoy, catorce días y muchas olas después, todavía no he empezado a leerlos.
Oh, dioses del Olimpo, perdonad mi afrenta, me los leeré del derecho y del revés, sacrificaré un cordero en vuestro honor (a ver de donde saco yo ahora un cordero. ¿Alguien sabe como se sacrifica un cordero? Sin ponerlo todo perdido, claro. ¿Podré aprovechar y hacer unos filetes?).
Me aprovisioné de noveluchas baratas para la larga travesía por el reino de Poseidón y claro, uno tiene que acabar lo que empieza...
HULK, REGRESO A LOS 70

Intérpretes: Edward Norton (Bruce Banner), Tim Roth (Emil Blonsky), William Hurt (General Ross), Liv Tyler (Betty Ross), Tim Blake Nelson (Samuel Sanders), Lou Ferrigno (voz de Hulk)
Estreno en España: 20 de junio
Calificación: 6,25 /10
Sinopsis: ¡Hulk aplasta!
Después de salir de ver Hulk, poco más y me hace falta una máquina del tiempo para volver al siglo XXI. Los estampados chillones de los sofás, espantosos jerseys y sudaderas, mastodóntica maquinaria científica y el tufo a serie de televisión clásica me transportaron de vuelta a los 70, década en la que, supuestamente, no está ambientada la película. Sólo me faltó ver a Hulk con pantalones de campana y destruyendo coches a ritmo de los Bee Gees.
Flojita, visible y sin pajas mentales
Olvidaos de los cómics y de la anterior película y sus complejidades freudianas, éste el Hulk de la tele, sustituyendo a Bill Bixby por Edward Norton. ¿Cómo revivir la franquicia?, debieron pensar en Marvel. Pues recurriendo a la imagen del Goliath Verde que anida en el imaginario colectivo. ¿El Hulk de la tele? ¡Sí! Ese tipo solitario de buen corazón que hace autostop y repite frecuentemente eso de “No le gustaría verme enfadado”.

La película SÍ ES UNA SECUELA, ya que arranca donde acabó el filme de Ang Lee, con Banner huido a Latinoamérica. En el prólogo nos cuentan el origen de Hulk (un poco modificado respecto a la película de Lee) a modo de flashback –como en una serie de televisión, con las clásicas portadas de periódicos- y la acción salta a Brasil, donde Banner lleva una vida discreta en una favela, trabajando en una fábrica, aprendiendo a controlar su ira con técnicas de meditación-
Esos primeros 25 minutos son lo mejor de la película, porque no desprenden el olor a naftalina de una chaqueta de pana que lleva 30 años metida en el armario. Por ser frescos, diferentes y los únicos en tener algún personaje secundario medio decente, además de una ambientación de este siglo. Lamentablemente, después todo se va al garete. Al estilo del Brand New Day spidermaniano, Marvel retrotrae a Hulk a los 70 en busca del público que hace mucho dejó al personaje. Una lástima. Pudo haber sido bonito.

Edward Norton cumple sobradamente como Banner y muestra de forma solvente en pantalla su lucha interior con el gigante verde, su carácter torturado y sus intentos por pasar desapercibido y no meterse en broncas. Es también uno de los pocos personaje con buenos diálogos, que declama con naturalidad. Por poner algún pero, cuando Norton se transforma en Hulk, no conserva el (relativo) parecido facial que tenía Eric Bana con su alter ego en la primera película. Más bien es el Hulk de Mike Deodato Jr., con un aire a Evo Morales en las distancias cortas (no fumé nada antes de la película, lo juro).
El monstruo esmeralda no acaba de encajar del todo contrapuesto a la imagen real, por su textura tipo Shrek. Hay escenas en las que se nota mucho que se trata de CGI y pantalla verde, como cuando los militares disparan a Hulk y éste se cubre. Por lo demás, mucho rugido al viento, dientes apretados y un estilo de combate que echa mano de todo lo que hay a su alrededor y hace bueno los dichos “a falta de tanques, buenos son helicópteros” y "quien a buen coche se arrima, buen arma improvisada se fabrica".
William Hurt, aunque un poco forzado y sobreiconizado en algunas escenas, compone un buen general Ross, con puro y todo; Liv Tyler como Betty Ross, hace de chica que solo sirve para ser tierna, salvable y rabiosa cuando hieren a alguien que ama; Tim Roth, flojito al principio y más entonado cuando se va convirtiendo en la Abominación; T.B. Nelson, genial, charlatán, con tan buenos diálogos y tan natural como Norton. De "Leonard" mejor no hablo, salvo que la Mención Especial al Jersey más Horrible y al Triángulo Amoroso Fallido es para él.
Falta de personalidad
El pecado mortal de la película es que no tiene personalidad, lo que la convierte en un telefilm de lujo al que salva el buen hacer de algunos actores y el amor que profesamos a Hulk después de 40 años de viñetas y “¡Hulk aplasta!”. La labor del director Louis Leterrier se reduce a la de un “mandao” al que le han dicho: “Anda, monín, ve y tráenos de vuelta la serie aquella de la musiquilla triste”. Y él, obediente, sirve en bandeja de plata un telefilm recalentado.
El argumento de muchos frente a esto supongo que será decir “Pero si ésta es una película de ostias, yo voy al cine a ver al Hulk ponerse ‘to loco, chaval’, y repartir galletas”. Pues te vas a tener que tragar un montón de sensiblerías y caritas compungidas generadas por ordenador de tu verdoso héroe hasta la pelea “buena”, chato. Y aun así, además de unos cuantos puñetazos épicos de esos que hacen atravesar edificios y Hulk saltando para subir a los edificios, no vas a ver nada del otro jueves.
¿Habrá secuela?
Sí. El nuevo villano tiene su génesis hacia los tres cuartos del metraje y es uno de los personajes más trabajados, al que se le entiende perfectamente su motivación, y cuyos cambios físicos -es lo que tiene estar cerca de Hulk, - empiezan a manifestarse. El leit motiv de los dos primeros villanos de Hulk –la Abominación y ése que estáis pensando para la secuela- es el opuesto al de Banner: abrazan el poder que da la radiación gamma en lugar de intentar librarse de él. O sea, lo mismito que Iron Man/Iron Monger en la reciente película del primero. Por si la indicación de un nuevo villano fuera poco, el final de la película insinúa un cambio en la relación Banner/Hulk que servirá para plantear un nuevo status quo, parece.

Otro punto a favor, para los que paséis de los 30, es que os acordaréis de la serie y la estética de los cómics de la época y no os preocupará tanto el aspecto retro y low tech del conjunto. Porque lo único moderno que aparece son las armas del equipo de elite dirigido por Blonsky y algo de tecnología militar. Pero si estáis pensando en ir al cine por lo impresionante que será sentir los puñetazos de Hulk con el Dolby Surround y la megapantalla... pues desde ya os digo que no es para tanto.
LO MEJOR Los primeros 25 minutos en Brasil, Edward Norton como Bruce Banner y T.B. Nelson.
LO PEOR Liv Tyler y la falta de personalidad de un film que es poco más que un plato recalentado.
LAS FRASES
ÚLTIMO (Y ESTÚPIDO) APUNTE ¡Sale Rick Jones! Lamentablemente, en los títulos de crédito y como co-responsable de transporte o algo parecido, nada que ver con nuestro entrañable y eterno “wannabe”.
miércoles, junio 25, 2008
TROPA DE ELITE, EL PUNISHER ENTRA EN LAS FAVELAS

TROPA DE ELITE (Brasil, 2007)
Dirección: José Padilha
Intérpretes: Wagner Moura (Cap. Nascimento), Caio Junqueira (Neto), André Ramiro (Matías)
Duración: 118 minutos
Calificación: 7,85/10
Estreno en España: 11 de julio
Sinopsis: Ante la llegada del Papa Juan Pablo II a Río de Janeiro, el capitán Nacimiento, líder del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), recibe la orden de asegurar la favela donde dormirá el Sumo Pontífice. Nascimento lleva años al borde de la ley en su lucha contra los señores de la droga y ahora, con su primer hijo a punto de nacer, ve en esta misión la oportunidad de hallar un sustituto con temple. Los candidatos son Neto y Matías, dos jóvenes y honestos tenientes de policía: el primero práctico y furioso, el segundo inteligente e idealista. ¿A cuál podrá forjar para la batalla en una ciudad podrida?
miércoles, mayo 21, 2008
REVIEW: INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL

El esquema "mini aventura-universidad-persecución-catacumbas-lugar exótico- pelea en coche- templo" colaba en 1989, pero hoy ya sabe a mil veces visto. Después de los requiebros del cine de acción en las dos últimas décadas, de imitaciones como "La momia" y "La Búsqueda" que toman el sofrito spielbergiano y lo condimentan con éxito, Indy se merecía un paso adelante que nos dejara con la boca abierta.

Me llamó la atención el personaje de Shia LaBeouf por ser un elemento nuevo . Aun cuando abunda en tópicos y está pensado para atraer sangre nueva a los cines, funciona. Y protagoniza algunas escenas interesantes, como la pelea con estoque sobre cuatro (y ocho) ruedas o su émulo de Tarzan. A la que no trago es a Marion Ravenwood, que parece (es) una actriz rescatada del limbo para repetir cuatro frases acartonadas. Su "Indyyyyyyyyy!!!" suena falso y desangelado, y ella sobra en la trama. El irreconocible John Hurt tiene una participación interesante y muy bien salvada, y la villana Cate Blanchett... ni frío ni calor.
Tampoco me entusiasma el énfasis de contemporaneizar al Indy post WWII de forma tan insistente en los felices y atómicos 50, llenos de rockeros y pandilleros. Si acaso, me quedo como plano simbólico del cambio con Indy frente al hongo atómico.
Respecto a la acción, cumple adecuadamente, especialmente en la pelea con Dovchenko rodeado por... bichejos. y en el combate de LaBeouf a espada con Cate Blanchett. ¿Y el final? Pues la moraleja es la misma de siempre: si eres codicioso/ ansioso, la cagaste! O te derrites, te caes por una grieta, de un puente al río de cocodrilos, te conviertes en polvo, etc. Y hasta ahí puedo leer.
Para resumir, que Lucas ha tenido mucha mano y se nota -lo de las historias ya no es lo suyo y pesa demasiado su obsesión por "los de arriba"-, que Spielberg nos ha dado lo que reclamamos hace veinte años pero un poco tarde -algo así como cuando pides una pizza y llega un poco fría- y que tampoco nadie va a sentirse estafado tras salir del cine.

EL MOMENTO GRACIOSO: La picadura del escorpión a Shia LaBeouf.
LO MÁS IMPRESIONANTE: La destrucción de... bueno, ya lo veréis.
LO MEJOR: Los mecanismos arcaicos, el cementerio, los paisajes, la persecución en la jungla, el templo. Lo que trae de vuelta al mejor Indy, vamos.
LO PEOR: Marion Ravenwood, los agujeros en la historia, el sabor a chicle ya mascado. Y lo de la nevera, por supuesto. ¿La comercializarán?
martes, abril 22, 2008
MAHAPRALAYA!
Ciento veinte millones de personas en la India sobreviven con menos de un euro al día. Yo estaba a punto de tomar un cursillo acelerado de “ser pobre en el Tercer Mundo”.
Mahapralaya... algo así como el fin del mundo tal y como lo entienden los hindúes (que no los indios). Una especie de absorción universal, de Mal Rollo Cósmico Supremo: llantos, despedidas, alineamientos planetarios, universos que se pliegan sobre sí mismos, empacho sideral que termina en eructo de renacimiento. O cuando el cajero escupe burlón tu tarjeta con una mueca despectiva, y miras en los bolsillos y no hay más que unas pocas monedas. . Segunda vez en una semana que no hay dinero para pagar la cuenta del hotel de cinco estrellas, ahora en Bombay. Al ladito de Pierce "James Bond" Brosnan, que andaba por ahí promocionando algo ("For relaxing times make it Santori time")
Tarjetas de crédito que no funcionaban y sin dinero ni para ir al aeropuerto, a 12 horas del vuelo. En el cajero (más limpios que muchos hoteles y donde siempre hay un guardia) se me quedó la misma cara de bobo que a Harrison Ford cuando desaparece su mujer en Frenético. Nada, que el cacharro no quería escupir una rupia y mi estómago rugiendo como un león de la sabana sin cebras a la vista.
Ya en el Taj President (o era otro?) me preparé para venderle la moto al mánager y conseguir un aval de quien me había enviado allí . Una gota de rocío salpicó mi espera: la recepcionista me preguntó si era irlandés. “No”, respondí, “pero he vivido un par de años por allí. ¿Cómo has reconocido el acento?” “Oh, he visto el Señor de los Anillos”. Gracias guapa, salada, princesa, te queda fantástico el sari. Supongo que mi acento se parece al de Pippin y Merry, los hobbits gamberros (que por cierto son ingleses, pero bueno). Unas horas de papeleo y salvo mi culo de fregar platos durante tres años encadenado al fregadero y dormir en la barca destartalada que había frente al hotel. Pero todavía hay que llegar al aeropuerto. Gratis. O casi. Así que no me quedo más remedio que lanzarme a negociar en las aceras con mi piquito de oro.
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“Eres un extranjero y estás en problemas. Así que es mi deber ayudarte. Y tú escribiras sobre mí”. El segundo taxista accedió a llevarme al aeropuerto por todo lo que me quedaba (ni dos euros). Era un chaval de unos 24 años, musulmán, un tanto hiperactivo. Mé tiré un poco el rollo aventurero, que si soy periodista, estoy escribiendo sobre la India y tal. Los indios están muy orgullosos de su país. “Todo es posible en India”. Como me contaba alguien, “tú pidele a un indio que te consiga cualquier droga y cuando te diga que no, que no es posible, le sueltas un But everything is possible in India! Y ya verás lo que tarda en venirte con la sustancia en cuestión”. El caso es que el hombre bien se apiadó de mí o no quería que su país quedara mal.
Durante el trayecto procedió a deleitarme con una serie de canciones en hindi que había compuesto el mismo, en ocasiones llevándose la mano a la garganta para hacer ruidos raros. Previamente había rechazado las súplicas de su mejor amigo para montarse con nosotros en el taxi. El fulano medía y pesaba el doble que yo, así que no me pareció una idea prudente en mi situación. Y luego me soltó un discurso sobre el acercamiento de los pueblos y de las religiones y tal. Una hora después, nos acercábamos al aeropuerto y me dice que mejor me deja cerca, que como no llevaba el uniforme de taxista (¿?) la policía le iba a parar y a quedarse con parte del dinero (India es la mayor democracia del mundo y una de las más corruptas también). Yo le dije que si había que hablar con la policía ya me las arreglaba yo. También me contaba sus historias para conseguir un visado para el extranjero, que era muy chungo, y que a ver si iba a escribir sobre él. Me sentía como en una comedia de Ben Stiller. Llamadlo desconfianza del occidental.
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Una vez en el aeropuerto, planeaba sobre mí la sombra de una duda: había oído que existía un impuesto de 500 rupias para abandonar el país. Me presté para negociar con mi reloj. Por suerte (por Tutatis!) estaba incluido en el billete. Así que me aposente para las tres horitas de espera en una especie de tumbona, me descalcé y puse una peli en el portatil.
El vuelo resultó un poco incómodo porque junto a mí había un primo de Gordo Cabrón a quien hube de explicar a codazos que reposabrazos no es sinónimo de sofá y que compartir es amor. Mi otro compañero intentaba darme conversación, a la que respondi educada y escuetamente antes de sumergirme, victorioso, en la inopia transcontinental...
miércoles, abril 09, 2008
¿APARECE WAR MACHINE EN IRON MAN?
Momentos antes de la batalla final entre Iron Man e Ironmonger, cuando Stark se larga volando, Rhodes ve un prototipo de armadura, plateado, junto a él. La mira, y dice: "Nah, next time, baby"
RESEÑA: IRON MAN

Director: Jon Favreau
Intérpretes: Robert Downey Jr. (Tony Stark), Terrence Howard (James Rhodes), Gwyneth Paltrow (Pepper Potts), Jeff Bridges (Obadiah Stane)
Valoración: 8/10
Expectación. Casi 300 periodistas hacen cola para acceder a la primera proyección mundial de Iron Man exclusiva para prensa en Ciudad de México. Entre ellos, yo. El equipo de seguridad revisa a conciencia que no se introduzcan teléfonos móviles con cámara en la sala. Tras casi una hora de espera, se apagan las luces. ¡Empieza la guerra de las armaduras!

REPARTO

(Soldado) "¿De verdad se acostó con todas las chicas del calendario Maxim?" (Stark) "Nunca vi a Miss Marzo, pero en Diciembre eran gemelas, supongo que con eso hacen 12"
(Pepper) "Sin mí no podrías ni atarte los cordones de los zapatos" (Stark) "Podría sobrevivir una semana" (Pepper)"¿De verdad? ¿Cuál es tú número de la Seguridad Social? (Stark, titubeante) "..................el cinco"

(Rhodes) "¿Seguro que no tienes algun tipo de tecnología por aquí?" (Stark, volando en su armadura ante dos cazas) "Ehhh... no" (Rhodes) "Ok, porque le vamos a meter un misil que lo vamos a mandar al otro barrio"

(Stane)"¡Levanté esta empresa de la nada, y nada se interpondrá en mi camino!"
(Stane) "¡Tony Stark construyó su armadura en una cueva! ¡Y con una pila de chatarra!"
LA CRÍTICA


Pepper y Rhodes son papeles secundarios pero jugosos, salvados con acierto y que ayudan a plasmar en pantalla la riqueza del Universo Marvel. No me acaba de convencer la TSNR (Tensión Sexual No Resuelta) entre Stark y Pepper Potts (estilo Nacho y Alicia de Médico de Familia), pero la cosa no pasa a mayores . Eso sí, no creáis que hay un triángulo amoroso porque no hay Happy Hogan a la vista.
La trama avanza a un ritmo adecuado, aunque quizás dedica demasiado tiempo a la construcción del modelo moderno y al entrenamiento (atención a los robots extintores, que se convirtieron en los héroes de la prensa). Eché de menos un poco más de leña en la batalla final, pero, en palabras del inmortal Chikilicuatre, "ta güeno". Si acaso, me quede con ganas de ver al Mandarín u otro villano de peso en acción. El final final, inesperado (no lo voy a destripar, pero es interesante y prepara el camino, cómo no, a la secuela), y también refleja un momento de la historia del Latas, con otro aire.
En suma, que salí flipado de la película y me gustó un montón. Una opinión que se repitió de forma casi unánime por toda la sala. Vamos, que está más cerca del Señor de los Anillos que de Casablanca o de la profundidad de Bergman, pero es un blockbuster bien engrasado, efectivo y efectista, simpático, trepidante, bien orquestado, juguetón, gracioso y correcto, que me quitó el mal sabor de boca de la trilogía de Spiderman y la vomitona de Ghost Rider. Ahora mismo estoy con el hype, lo sé, bien que se nota, a ver si en un par de días se me baja y ya empiezo a sacar fallos. Pero, que queréis que diga, ¡sano entretenimiento por vuestro dinero, creyentes! ¡Sin trampa ni cartón!
LO MEJOR: Tony Stark, Tony Stark, Tony Stark. E Iron Man en acción, claro.
LOS GUIÑOS





domingo, marzo 30, 2008
CANCION DE HIELO Y FUEGO 528

Bueno. Pues nada nuevo bajo el sol. Repetición de retahilas de batallas épicas, héroes, dinastías, apocalipsis, villanos, y, como no, los mapas al principio, donde puedes situar con exactitud la Fortaleza de los Gavilanes del Crepúsculo. Y los glosarios finales para comprobar quien narices es el tal Tutimeonus VII, cuarto en línea a la sucesión del Trono de TocameRoque, conspirador maligno muy aficionado a los pistachos y que no se pierde una Pasarela Cibeles.

Vale, que "Canción de Hielo y Fuego" es una partida de estrategia y hay que poner todas las cosas sobre la mesa. Pues, aunque engancha y me está gustando (¿no se nota?), espero que no sea como esos wargames llenos de fichas que tardabas horas en montar para jugar una partida chusca.